La fábrica de sueños habla: la irrupción del cine sonoro en Barakaldo

Egileak

  • TXOMIN ANSOLA GONZÁLEZ

Laburpena

La exhibición cinematográfica en Barakaldo conoció en la primera mitad de la década de los años treinta, coincidiendo con la expansión que vivía en esos momentos la ciudad y la llegada del cine sonoro, una importante revitalización. La cartelera cinematográfica, que había estado monopolizada desde 1916 por el Salón Principal, experimentó un importante crecimiento con la apertura de cuatro salas: Teatro Baracaldo (1930), Salón María Guerrero (1932), Cine Luchana ; (1933) y Salón Landaburu (1935). Este incremento de la oferta se concretó en un aumento notable del número de espectadores, casi medio millón de media al año, lo que determinó que el cine se convirtiera en un espectáculo de masas.

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Argitaratuta

2018-02-02